Under Your Spell {Afiliación Crepúsculo}

Forks, el pequeño pueblo de la península de Olympic donde aparentemente no sucede nada, o al menos eso creen sus habitantes más comunes, pues lejos de ser un lugar aburrido, el lluvioso y nublado pueblo de Estados Unidos es un hervidero de acción continua.

La familia Swan, reconocida en todo el pueblo ya que uno de sus mayores salvaguardas lleva ese apellido bien impreso en su placa de policía. Nada más y nada menos que Charlie Swan, el jefe de la policía local, acaba de aumentar en número ante los habitantes de Forks o más bien ha recuperado integrantes. Charlie años atrás inició un fortuito y adolescente romance con Renee, que acabó con un matrimonio y un embarazo a muy pronta edad. Fruto de ese embarazo no planeado llegaron las trillizas Swan, a las cuales llamaron Mariella, Isabella y Stella, en resumen la debilidad de sus padres. El matrimonio entre ambos no duró demasiado, Reneé se sentía agobiada en aquel pueblecito y abandonó a Charlie llevándose consigo a sus tres hijas que apenas tenían unos meses a Arizona, donde años más tarde conoció a Phil Dwyer, con quien empezó una relación aparentemente muy solida. Las trillizas iban cada verano con su padre a Forks, hasta que crecieron y el pueblo perdió todo el encanto para ellas, así que entonces a Charlie le tocó ir a visitarlas para poder verlas de vez en cuando. Toda esa rutina cambió el día en que Phil y Renee decidieron casarse y ver mundo. Sus tres hijas viendo la situación decidieron mudarse con su padre a Forks por tiempo indefinido. Hace tres meses ya que las trillizas Swan se mudaron a la casa del Jefe de Policía, que está mas que encantado de tener a sus niñas de vuelta.

Donde también hubo cambios en lo que a nuevos miembros se refiere fue en la ya de por si numerosa familia Cullen. Edward Cullen, el hijo menor, al menos en apariencia, de los adoptados por el doctor Carlisle Cullen y su esposa Esme, ha recibido la visita de alguien a quien no esperaba volver a ver. Resultó que su madre biológica, Elizabeth Masen, dio a luz a dos niños, unos preciosos gemelos a los que nombró Edward y William. El segundo de ellos se perdió por las calles de Chicago a la pronta edad de siete años y fue acogido por un matrimonio Siberiano que estaba de paso por la ciudad. Al regresar sus nuevos padres a su Siberia natal, William perdió todo contacto con su antigua familia. Fue criado en un pequeño pueblo de la gélida estepa, hasta que una oscura noche de luna llena a la edad de diecisiete años fue atacado por un hijo de la luna, que lo dejó malherido. A la siguiente noche de luna llena, William se transformó y comprendió que ya no podía seguir con sus familiares, así que escapó de su nuevo hogar. Vagó durante años siendo todo un nómada, aceptando que ese era su destino, hasta que oyó hablar de alguien idéntico a el que vivía en Estados Unidos. La curiosidad lo llevó hasta los Cullen y prácticamente un siglo después de haberse separado de su hermano, se lo encontró de frente y convertido en vampiro. Ambos hermanos no se aceptaron en un principio, por los problemas entre razas, pero finalmente acabaron por aceptar que al fin y al cabo eran hermanos de sangre y la única familia real el uno del otro. De cara a los humanos residentes en el pueblo, William es el hermano gemelo de Edward, al que creían desaparecido y regresó en busca de su hermano, claro está omitiendo el dato de que la desaparición ocurrió cien años atrás. William lleva ya un mes en el pueblo y reside en el mismo, mantenido por los Cullen a petición de su hermano Edward.


Pero la cosa no acaba aquí, ni por asomo. Lo que nadie sabía es que las trillizas Swan poseen dones sobrenaturales, lo que los vampiros entendidos nombran de Dones Latentes, algo que los humanos talentosos poseen y se intensifica cuando estos son convertidos en vampiros. Stella, la rubia de las tres hermanas y a la vez la más responsable y sensata, encargada siempre de cuidar de sus hermanas, posee el don de ver el presente. Ya que su don no está desarrollado, las visiones llegan a ella sin previo aviso. Isabella, la mas tímida y distraida de las hermanas, la que jamás parece llamar la atención, posee un escudo mental, algo que ella desconoce, pero la hace inmune a todos los dones mentales de los vampiros, al no estar desarrollado se mantiene siempre activo. Y por último Mariella, la más rebelde y alocada de las tres hermanas, la que parece ser independiente en todo, posee el don de cambiar el clima a su antojo, al no estar desarrollado tan solo puede hacerlo a través de sus emociones y sin darse cuenta. Esto hace que el trío de hermanas Swan sea de todo menos algo normal y corriente.

Como era de esperar las tres hermanas Swan causaron algo de revuelo con su regreso al pueblo, los antiguos amores y amigos resurgieron y algunos de nuevo aparecieron. Tal es el caso de Jacob Black, el amigo de la infancia de las trillizas que desde pronta edad mostró interés por Isabella, quien aunque no dijo nunca nada, estaba encandilada del Quileute. Ahora que ya son mayores y se han reencontrad, no han podido ocultarse sus mutuos sentimientos, pero ambos son un tanto tímidos en lo que a asuntos del corazón se refiere, así que van muy poco a poco, estrechando lazos, pero siendo ya una pareja estable y declarada ante las familias de ambos. Las dos hermanas Swan restantes han ido a fijarse en los gemelos Masen, ambos con un carisma especial y una forma de ser que, al igual que con ellas dos, los hace muy diferentes. La responsable y tranquila Stella ha ido a posar sus ojos en el alocado y despreocupado de William. Ambos sienten una relación algo parecida al amor odio, ya que sus personalidades chocan pero eso hace que cada día se resulten mas irresistibles el uno al otro. Ha habido ya más de un acercamiento físico por parte de la pareja que no admite serlo y las cosas cada día están mas sólidas, pero aún no han dado el paso de declararse sin tapujos el uno al otro. Después tenemos a la rebelde de Mariella, que no puede decir que no se haya fijado más de una vez en el caballeroso Edward. Pero al igual que sus hermanos, tienen personalidades chocantes que los hacen alejarse un poco cada vez que consiguen acercarse. Edward por su parte intenta resistirse a la tentación que es Mariella para él, ya que no sabe si eso es lo único que le lanza a acercarse más y más a la humana. Mariella por su parte no puede negar que adora estar con Edward, pero éste consigue desesperarla a veces ya que sus cambios de humor no son fáciles de sobrellevar. No ha habido declaración alguna por parte de ninguno ya que la inseguridad parece estar bien arraigada en ambos.

Bella desde hace ya unas semanas sospecha de que algo ocurre en la reserva, donde pasa la mayoría del tiempo por su relación con Jacob, el cual también está algo cambiado. La novia del Quileute empieza a creer que alguna de las historias contadas por los ancianos son ciertas y realmente algo ocurre con sus habitantes. Lo que no sabe con seguridad es que tanto Jacob como su nueva cuadrilla de amigos son nada más y nada menos que licántropos. Jacob por su parte no soporta estar mintiéndole a su pareja por lo que insiste a Sam para que le deje contarle sobre su secreto, aunque no descarta decirlselo con o sin permiso. Mariella por otra parte, hace tiempo que dejó de sospechar, pues tuvo su confirmación el día en que un vampiro psicópata intentó morderla para convertira cuando ésta paseaba por el bosque a deshoras. Y, como caido del cielo llegó Edward, quien se enzarzó en una pelea con el nómada hasta alejarlo de Mariella y llevar a ésta a la mansión donde le confesó todo sobre su verdadera naturaleza. Stella por su parte nota algo raro a William, quien desapareció misteriosamente durante unos días que casualmente coincidían con una noche de luna llena. La cautela con la que se toma el tema, a sabiendas de que un error la alejará de William, la hace ir poco a poco. Pero indaga sin descanso y no parará hasta saber que ocurre con su enamorado.

Así las cosas van siguiendo su curso en el pueblo de Forks, donde al parecer todo está interrelacionado.